Está situado en la ladera del cerro de la Picota junto al Castillo de la ciudad ocupando unos 2400 m² de superficie. El origen de la utilización de este espacio para huerto o jardín se remonta al siglo XVI. Se asienta en el antiguo huerto de la Casona de los Encío que por donación de esta familia en 1925 pasa a ser ocupado por la Congregación de religiosas denominadas Siervas de Jesús. Éstas lo regentaron hasta 1989, año de su marcha de la ciudad volviendo entonces la propiedad a manos de la familia. El Ayuntamiento mirandés adquiere los terrenos en 1990 y tras su remodelación se inauguró en 1998, ampliándose en 2004. Destacar su peculiar disposición escalonada formando terrazas en las que se agrupan diferentes tipos de plantas.