A día de hoy, las captaciones de La Calera y Valverde se encuentran afectadas en sus niveles debido, según se indica en informe técnico del servicio de aguas, a la escasez de precipitaciones durante el invierno, la sobreexplotación de acuíferos y la alta demanda de agua potable de la ciudad.

El depósito de distribución de Bayas, cuya capacidad es de 4 metros de nivel, se encuentra a 1,20 metros, siendo incapaz de recuperar el nivel pesar a estar funcionando el pozo de bombeo de La Calera a pleno rendimiento, según el mismo informe.

Dicho pozo de bombeo ha visto reducido el nivel freático del manantial, situándose esta semana a 7,1 metros, cuando en periodos de escasez de precipitaciones (principalmente verano) la media siempre se ha encontrado por encima de 8 metros.

“Dada la precaria situación, y a muy a nuestro pesar, nos vemos obligados a reducir el riego a lo mínimo indispensable para mantener con vida las zonas verdes. Ya hemos aplicado algunas medidas restrictivas durante las últimas semanas con la esperanza de revertir la situación, pero el problema persiste”, explican los concejales de Medio Ambiente y Servicios, María Cueva y Guillermo Ubieto, quien añaden que si estas medidas no fueran suficientes, se “tendrán que tomar medidas más drásticas para asegurar el agua corriente en los domicilios”.
El Ayuntamiento de Miranda hace un llamamiento para hacer un uso responsable del agua.