Luis Jesús Vallejo Nebreda es un coleccionista que tras contactar con el Ayuntamiento, acudió a Miranda para visitar el Centro de Interpretación, y fue entonces cuando planteó que contaba con material susceptible de ser incorporado a la exposición de este museo ubicado en el Centro Cívico Raimundo Porres. A tal fin, lo ha donado al Ayuntamiento.
Brigitte Bequet Gaviola, belga, es hija de José Bequet, que estuvo prisionero en el Campo de Concentración de Miranda en el año 1941. Ofreció al Ayuntamiento donar las fotografías que su padre había tomado durante su cautiverio. En un desplazamiento a España desde Bélgica, visitó Miranda para hacer entrega de las imágenes.
Con ellos se amplía el Centro de Interpretación. Se suman así fotografías, paquetes de tabaco, cajas de cerillas, librillos de papel de fumar, mecheros, revistas de humor, etc.
Por otro lado, el Ayuntamiento ha adquirido 12 postales originales del Campo a Alberto Otal (coleccionista mirandés) que también incluirá en las vitrinas.
El Ayuntamiento de Miranda inauguró este centro en el año 2019, que acoge una exposición, de carácter permanente, sobre el Campo de Concentración de Miranda de Ebro, último campo de concentración que existió en España tras la Guerra Civil con un periodo de vigencia de diez años (de 1937 a 1947)
El objetivo de este Centro de Interpretación es dar a conocer la historia del Campo de Concentración de Miranda y que al mismo tiempo sirva de homenaje a aquellas personas que estuvieran presas en el mismo.
Ubicado junto a la Arteteca del Centro Cívico (es decir, en la planta inferior) y rodeada toda la sala por una alambrada que pretende ser una figuración del perímetro que tuvo el campo, exhibe varias clases de documentos, objetos y archivos gráficos y sonoros relacionados con el Campo de Concentración.
HISTORIA DEL CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE MIRANDA DE EBRO.
Creado a partir de una orden del Gobierno de Franco, fechada el 5 de julio de 1937 para que albergase a los numerosos prisioneros de guerra que procedían de la toma de Bilbao, el Campo de Concentración de Miranda de Ebro se emplazó en el paraje de la Hoyada, en unos terrenos ubicados junto al río Bayas y a la línea férrea Castejón-Bilbao, ocupando una superficie de unos 42.000 m2.
Sus barracones iniciales se construyeron con los mate4riales pertenecientes al Circo Corzana que estaban almacenados en Miranda desde el inicio de la guerra civil.
La vida de este campo fue la más extensa de todos los que se construyeron en el territorio nacional, permaneciendo en activo de 1937 a 1947, aunque después de esta fecha y hasta 1952 sus instalaciones fueron utilizadas como campamento para la instrucción de reclutas.
Tres fueron las principales etapas por las que pasó este campo a lo largo de su dilatada historia dependiendo del tipo de prisioneros que llegó a albergar. Durante la primera (1937-1944) estuvieron ocupándole prisioneros republicanos y miembros de las Brigadas Internacionales. En la segunda (1940-1945) se albergaron a internos extranjeros de los países aliados que entraban a España huyendo del avance alemán durante la Segunda Guerra Mundial. La tercera etapa (1944-1947) destaca porque en él se instalaron oficiales y soldados alemanes que escapaban del hundimiento del Tercer Reich. Con una población media de unos 3.700 reclusos en el Campo de Concentración mirandés estuvieron recluidas personas pertenecientes a más de 58 nacionalidades distintas.
A partir de 1952 los terrenos que ocupaba fueron recuperados por sus antiguos propietarios y en ellos se instaló un complejo fabril, destruyendo la totalidad de las edificaciones a excepción de algunos restos que todavía se conservan: depósito elevado de agua, lavadero, base de torre de vigilancia, restos del muro de cierre perimetral y de un pequeño edificio (Caseta de Guardias) que han sido incluidos entre los bienes protegidos del Plan General de Ordenación Urbana. Estos restos han sido recuperados y consolidados en 2006 por la Escuela Taller.
VISITAS GUIADAS
En la actualidad, el Ayuntamiento de Miranda ofrece visitas guiadas gratuitas que incluyen esta exposición, el Jardín de la Memoria y los restos del Campo de Concentración.
“Este Centro de Interpretación está cumpliendo su objetivo. La Memoria Histórica es algo que en Miranda no queremos perder. Queremos tenerla muy presente para que no vuelvan a darse episodios como los que se han vivido en el pasado y para dignificar y honrar a todos aquellos que sufrieron por defender sus ideas. Queremos agradecer desde el Ayuntamiento la colaboración de Brigitte Bequet Gaviola por la cesión de fotografías originales del campo que realizó su padre José Bequet cuando estuvo prisionero, y de Luis Jesús Vallejo Nebreda por la cesión de los elementos originales de la época que se muestran en la vitrina”, comenta la concejala de Memoria Histórica, Begoña González.