En el primer caso se trata de la contratación, por importe de 4.589,53 euros (IVA incluido), de diverso mobiliario para el interior de las instalaciones: sillas de aula, mostrador, taquillas, bancos de vestuario, percheros, pizarras…, siendo el plazo previsto para la entrega de dos meses.

Por otro lado, se han contratado las obras de instalación de seguridad con videovigilancia, grabación y sistema anti-intrusión en este centro por un importe de 10.367,28 euros (IVA incluido). La duración del contrato es de 14 días desde la formalización de la adjudicación y la autorización de inicio por parte de los servicios técnicos municipales.  

Estos son los siguientes pasos tras finalizar la construcción de estas nuevas instalaciones, que han supuesto una inversión de 452.540 euros.

Se ubica en una parcela de propiedad municipal situada en el Polígono de Las Californias en la calle Riberas del Ebro, que tiene una superficie de 10.248 m2, de los cuales se utilizarán para este centro 2.996,51 m2.

Este nuevo centro se considera de larga estancia y está dotado de dependencias para realizar actividades de promoción y difusión de la protección animal con el objetivo de reducir el abandono de animales y, en caso de producirse, fomentar la adopción.

Se trata de un complejo de referencia al que la población de Miranda de Ebro pueda acudir, tanto a compartir espacios con animales domésticos, en el caso de que en su domicilio no pueda tenerlo, así como recibir formación e información respecto de una adquisición responsable de mascotas y poder solucionar fácilmente conductas que, en ocasiones por falta de conocimiento, suelen provocar abandonos indeseados.

La distribución de los distintos espacios ha tenido en cuenta el funcionamiento de un centro de este tipo, separando las zonas para los visitantes de las utilizadas por el personal del centro en su tratamiento diario con los animales, buscando la independencia de ambas con el fin de garantizar el confort de los animales y evitarles estrés innecesario. Los pasos de puerta entre dependencias tienen una anchura considerable y los suelos son antideslizantes, evitando resbalamientos.

Se pretende, por un lado, que los visitantes tengan un acceso restringido a zonas específicas donde se puedan relacionar con los animales seleccionados por el personal y, por otro lado, se desarrollen las labores propias de recepción, mantenimiento y atención de los animales sin interferencias externas.